Somos los fantasmas invisibles de nuestra propia realidad herida.
Somos los hilos transparentes de la madeja de nuestra realidad.
Crecen flores de plomo en medio de un corazón en llamas.
Lleno de flores con rostros humanos, esta mi corazón.
Guerra de bocas atadas en la infinita trinchera del amor.
¡Disparemos al miedo con fusiles de esperanzas!
El ayer, es el mañana de nuestros recuerdos.
Labios convertidos en flores de cera, derritiéndose en el beso.
Destrozado el jardín de mis venas. Solo queda la flor de mi nostalgia.
Ayer te perdí en la piel. Hoy te siento en cada respiración.
Ayer me corté las venas. Hoy... se dibuja un rosal sobre mi piel.
Soy un pequeño demonio de mirada gatuna. ¡Soy mi propia realidad!